LIBERARSE DEL KARMA

LIBERARSE DEL KARMA

Un puñado de 55 poesías íntimas busca despegar al autor del karma con su propio Despojo (nombre del libro elegido). Esa búsqueda interna lo llevó a desarraigarse del mismo, a partir de sus paisajes oníricos, sus vivencias, ahora en formato de poesía y también a través de un lenguaje para nada pedestre, sino elaborado y en ocasiones, contenido de metáforas.
“Con Despojo busqué y encontré un soporte el cual donde dejar todo lo que venia escribiendo, mas que nada cada poesía era producto de lo que soñaba y vivía por aquellos días de efervescente creación constante. El nombre equivaldría a eso, un despojo. “Un suspiro retenido por años por fin liberado” en forma de libro. Dicho sea de paso, ya siento que despojo no me pertenece”, explica Juan Pez (pseudónimo que le corresponde a su nombre verdadero, Juan Pablo Díaz), artífice de la obra.

El despojo predomina no solo en la narración, sino también en la estética del libro: un fondo blanco simple, y austero sobre el cual emana un garabato negro, enrrollado, que intenta desmadejarse, y que tal vez lo logra, en el interior de los versos del escrito.
“Dejo…dejo lo tibio enfriarse. Bocetos y ruidos. Soledades. Inviernos. Lo que fue felpa. Sensaciones de caída…pedazos de barrio…lo onírico…Imanes. Siluetas. Caballos y alfiles…”.Reza el poema titulado “Despojo”, cuyo proceso creativo arrancó por el 2004: “Empecé en ese año, de ahí en más se fue deshojando, en un momento se convirtió en un mini-libro de edición limitada para los amigos, se llamo “extrañárea” y con el tiempo se perdió por ahí, ni yo tengo uno.
Luego en los años que siguieron seguí puliendo mi técnica, corrigiendo, borrando… participando en fanzines literarios como Fugazine y Variaciones.

En 2007 sentí que debía parar y observar. Pensar qué podía hacer con todo lo que venia escribiendo, un gran amigo me sugirió de publicar y sin saber en que me estaba metiendo con mi latita de ahorros salí al ruedo”, confesaba Juan.
- ¿Desde chico te acercaste a la escritura?
Llegué leyendo a Oliverio Girondo que traía bajo el brazo el Ultraísmo que se ocupa de la metáfora junto al verso libre, “que rompe los esquemas rítmicos o métricos preestablecidos, guiándose más por el ritmo del pensamiento y por las pausas propias de la entonación y de la respiración”. El surrealismo…
Leyendo a Cortazar…
Descubriendo la “libre interpretación” a través del disco Artaud del Flaco Spinetta y más tarde al poeta que le dio nombre al disco…
Esas fueron mis primeras influencias, luego le siguió el resto. Todo esto me llevo a escribir, cada vez que descubría algo, esto me movía a escribir algo nuevo, desde otra perspectiva o con una nueva información, estilo y técnica. Así me fui formando, a pesar de todo sé que me falta mucho y eso es lo que me estimula a seguir.
Despojo, posiblemente ahonde en la introspectividad, pero eso se lo dejamos a su artífice: “Supongo que introspectivo es todo el tiempo, son mis sueños de días de fiebre, mis vivencias, es mi carne vieja, yo era así, pensaba así  algo conservo: a veces algún sueño se repite, alguna vivencia vuelve; pero ya te digo es un despojo constante y como dijo alguien por ahí, “se va transformando, metafóricamente, en otro ente diferente, más desprotegido y desnudo ante el mundo real”.

Por Yanina Fuggetta.

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Autor: J. PABLO DÍAZ (2007) – ISBN 978-987-05-3025-1 -

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